En las organizaciones tradicionales, la capacitación para el desarrollo profesional es la educación que tiende a ampliar, desarrollar y perfeccionar a la persona trabajadora para su crecimiento profesional en determinada carrera en la organización o para que se vuelva más eficiente y productivo en su cargo.

Aunque, en el paradigma naranja se introduce la noción de “habilidades blandas”, realmente hasta la evolución del paradigma verde, el concepto de desarrollo personal queda exclusivamente relegado a una elección individual de trabajo interno y privado, fuera de los entornos de trabajo.

En paradigmas previos, los programas de capacitación son de varios tipos:

Capacitaciones de promoción profesional, suelen estar dirigidas a jóvenes “promesas” o nuevos directivos para su “escalada” dentro de la estructura. Las organizaciones verdes invierten muchos recursos en este tipo de capacitaciones para ayudar a una nueva dirección a manejar adecuadamente el poder y a delegarlo de la mejor forma posible en los equipos de primera línea.

Capacitaciones sobre habilidades específicas, las llamadas habilidades “duras” o técnicas. Especialmente en las organizaciones verdes, se invierte además en habilidades “blandas” o sociales, aquellas que mejoran la manera en que las personas interactúan.

Como veremos más adelante, la evolución al paradigma teal desdibuja estas distinciones.

Para adentrarnos en el tema proponemos empezar con unas preguntas para ver cuál es vuestra percepción al respecto:

1. ¿Qué oportunidades de aprendizaje te ofrece tu entidad?, ¿son acordes a tus intereses y a tu vocación? 

2. Piensa en el último curso o taller al que asististe relacionado con tu trabajo: ¿te motivó la curiosidad, la necesidad de ampliar conocimientos o habilidades o, quizá, se esperaba tu asistencia como parte de tu trabajo?

3. ¿Existe apertura en tu entidad para proponer temas de interés para que cada persona amplíe su aprendizaje?, ¿son apoyados, en términos de tiempo, financiación, etc.?

4. Si miras a tu alrededor en tu entorno de trabajo: ¿crees que hay habilidades y competencias que podrías aprender de tus colegas de organización o que tú podrías transmitir a otros miembros de tu equipo?

5. ¿Crees que si adquirieras otras competencias podrías hacerte cargo de otras funciones, más allá de las actuales, o hacer tu trabajo de una manera más eficiente y más acorde a tus intereses?

6. ¿Se habla abiertamente de los problemas y los fracasos en tu entidad?, ¿desde qué perspectiva: la vergüenza y la culpa o como oportunidad de aprendizaje?

Tus respuestas son el punto de partida fundamental para reflexionar sobre este tema en los siguientes epígrafes.