El descanso es productivo
Un artículo de Nuria Guerra Cubero del Equipo TEAL

La ciencia lo avala, los datos lo refrendan, nuestro cuerpo nos lo muestra: descansar es clave para que estemos más despiertos y despiertas, tomemos mejores decisiones y nuestra creatividad funcione.

Sin embargo, para muchas personas y organizaciones “saber parar” es una asignatura pendiente. Puede darse el caso de que no confiemos en que las paradas tienen un sentido, y nos vemos envueltas en círculos viciosos de actividad-agotamiento.

La cuestión es bien sencilla, no somos máquinas. Nuestro organismo necesita alternancia entre la actividad y el descanso, y esto no es negociable, ya que forma parte de nuestra naturaleza, la cual nos conviene respetar.

Nuestro sistema nervioso autónomo está conformado por una doble vía activa y pasiva: un sistema simpático que nos ayuda a hacer frente a los retos, a estar en activo, y un sistema parasimpático, pasivo y de descanso, donde las funciones de reparación y restauración se ponen en marcha. En momentos puntuales podemos hacer sprint o echar más horas, pero continuamente estar sobrepasando nuestros límites, nos enferma y socaba nuestra capacidad de respuesta.

En mayo de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocía oficialmente como enfermedad el ‘burnout’ o ‘desgaste profesional’ definiéndolo como “un trastorno emocional vinculado al ámbito laboral, que aparece como consecuencia de una situación de estrés laboral crónico, fruto de la incapacidad para desconectar del trabajo, lo que repercute negativamente en la salud física y mental”. 

Un estudio llevado a cabo por UGT en 2022 indica “que el estrés laboral es un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años debido a la introducción de las nuevas tecnologías y las dificultades para separar la actividad profesional de la personal. “Las nuevas tecnologías propician la cronificación del estrés porque permiten que la persona que trabaja sea contactada o que acceda a la información laboral fuera del horario y del lugar de trabajo en cualquier momento y en cualquier lugar”.

Quizá nos cuesta darnos cuenta del círculo vicioso del hacer, porque como dice Byung-Chul Han, “estamos ante la sociedad del cansancio” y nos hemos acostumbrado a funcionar con la pila bajo mínimos. Además, el exceso de trabajo y la prisa, disparan la adrenalina y el cortisol, aumentando el estado de alerta, y  si bien esto parece que nos mantiene despiertos, realmente lo que estamos es viviendo con tensión.

No estaría mal actualizar nuestro GPS, revisar nuestras creencias, y orientar nuestro enfoque del trabajo desde una visión más realista, sana y productiva: trabajar muchas horas, o hacerlo desde la presión constante, enferma y bloquea nuestro potencial.

De hecho, según el informe ‘La productividad del trabajo y la conciliación laboral’ 2018, realizado por el EAE Business School, España se encuentra a la cabeza de los países donde se trabaja más horas al año en Europa y cuyas tasas de productividad son más bajas. Se trabaja más que en Alemania, Dinamarca o Noruega que están a la cabeza entre los países que menos tiempo dedican al trabajo y tienen mayor productividad. Noruega, por ejemplo, es el país con mayor productividad, con un 79,9%, y el tercer que menos horas trabaja.

Así que si tomas vacaciones pronto, una buena invitación es vivirlas a tus anchas, y cómo te mereces. Si tienes mucho que hacer, muchas ideas en la cabeza que te dicen que no puedes desconectar, o parar te da vértigo…recuérdate que nada de esto obedece ni a una lógica de cuidado, ni a una lógica de productividad. Seguir estirando el chicle sin cesar, pasa factura. Saber parar, regenera, nos trae salud y mejores resultados. El descanso es productivo, prueba a vivirlo así estos meses y confía en sus recompensas.

El descanso es productivo
Somos TEAL, Nuria Guerra 19 julio, 2022
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